jueves, 28 de febrero de 2013

LOS GÉNEROS FOTOPERIODÍSTICOS: APROXIMACIONES TEÓRICAS


Por: Jorge Claro León
Fotógrafo Independiente

“Si el fotógrafo logra sortear la trampa que le tiende el caos de la realidad, y consigue organizar esa realidad confiriéndole un cierto orden, en ese momento el fotógrafo logrará decir algo al eventual espectador” Raúl Beceyro

LA FOTO DIRECTA/ DISCURSO INSUFICIENTE

Las tesis fundacionales de la fotografía directa, condensadas en el principio de objetividad, nutrían las necesidades técnicas, expresivas y filosóficas de muchos fotógrafos de la primera mitad del siglo XX. Alfred Stieglitz confesaba su doctrina primigenia al comentar las fotos de Paul Strand publicadas en la revista Camera Work en 1917: “la obra era brutalmente directa, pura, carente de trucos” 1. Strand escribía en el mismo año con respecto al papel y la honestidad que debía desempeñar el fotógrafo: “…Esto supone un verdadero respeto por el objeto que está frente a él, expresado en términos de claroscuro… mediante una gama de valores tonales casi infinitos que están más allá de la habilidad de una mano humana, la más plena realización de ello se obtiene sin trucos de procesos ni manipulación, y gracias al uso de los métodos de la fotografía directa” 2.
Se puede entender que la fotografía directa contemporánea heredó ciertas peculiaridades rigoristas de aquellos años. La influencia de autores como A. Stieglitz, Paul Strand, E. Weston, Ansel Adams y Minor White, se percibe en el modo de abordar los fenómenos sociales y sobre todo, en la teorización ortodoxa que propugnan algunos fotógrafos al concebir y producir sus materiales; se asume el compromiso único e ineludible de documentar y plasmar la realidad objetivamente. Un diccionario especializado define a la fotografía directa :
“Denominación aplicada a la fotografía inmediata, que caracteriza la aspiración de algunos fotógrafos a una fotografía no manipulada, comprometida con la realidad, la verdad y la estética. Fotografía directa es sinónimo de una tendencia fotográfica actual (especialmente en la topographical-photography ), con la que se sienten comprometidos algunos jóvenes fotógrafos americanos. Ven su ideal en una descripción de personas y lugares impoluta y realista”3.
Es necesario subrayar que esta concepción clásica de la fotografía directa –en donde el registro de la realidad que efectúa el fotógrafo no es alterado de ninguna manera-, no constituye ni puede reducir la complejidad del quehacer fotoperiodístico actual, a una actividad consagrada exclusivamente a imprimir clisés de los acontecimientos sociales desde una perspectiva objetiva y llanamente descriptiva ni con la insostenible pretensión de que una fotografía periodística es la reproducción fiel e irrefutable de un hecho real.
Estas atribuciones –desmedidas- se explican probablemente porque la fotografía está catalogada como el referente icónico por antonomasia, situación que deriva en el axioma que sustenta a la fotografía desde su invención en el siglo XIX:
“La representación directa de la realidad es la propiedad prototípica específica de la fotografía”4 .
Sin embargo, el hecho de que las imágenes periodísticas surjan de una realidad social dinámica, no implica que éstas sean la recreación exacta de la misma. Néstor García Canclini cuestiona irónicamente al respecto: “¿Necesitamos recordar que el fotógrafo no copia lo real, que reduce la tridimensionalidad del mundo a la bidimensionalidad de la imagen, que la tecnología, el carácter monofocal y estático de la representación, la intervención de la luz y el recorte del encuadre ofrecen siempre versiones de lo real?”5.
El texto de presentación de los 30 años de World Press Photo nos proporciona respuestas contundentes que configuran, desde nuestro punto de vista, el perfil del fotoperiodismo contemporáneo:
“…Lo real, en su integridad, es irreproducible, cualquier intento resulta parcial. La fotografía, por más identificable que resulte el objeto retratado, es siempre un recorte del entorno; como tal conlleva una exclusión de ciertos aspectos, el ordenamiento y jerarquización de otros y el énfasis de determinados detalles. De tal manera que la imagen producida, aún en el caso de una disciplina como el fotoperiodismo que tiene por meta alcanzar el más alto grado de objetividad, encierra un sesgo, un matiz que la convierte en obra personal, en reflejo no sólo del mundo, sino de la visión del mundo de su auto r” 6.

EL PERIODISMO Y LA FOTOGRAFÍA
Recordemos que el periodismo ejercido en medios impresos (en donde confluyen la palabra escrita y la fotografía) es una actividad que se inscribe en un proceso global de producción, distribución y consumo de mensajes, y por tanto no puede existir aislado de un determinado contexto histórico; es una profesión conformada por comunicadores, ubicada en un marco social y no puede entenderse como una actividad impersonal abstracta, con un posicionamiento de absoluta imparcialidad, y sin un compromiso social explícito.
Una definición contemporánea que ejemplifica la idea de periodismo liberal en medios impresos y audiovisuales, la ofrece el Dr. en Ciencias Sociales V. Hudec:
“Por periodismo entendemos conjuntos de expresiones escritas, habladas, fotográficas o de combinación mutua destinadas a interpretar la realidad social de actualidad, y que mediante su difusión ejercen un impacto sobre un público socialmente diferenciado. El periodismo orienta a ese público, formula y expresa sus opiniones , su concepción del mundo; le ofrece una explicación de los fenómenos contemporáneos en toda su multiformidad” 7.
En consecuencia, la labor periodística y los mensajes elaborados y difundidos en los medios industriales de información, nunca son neutros ni gratuitos, en tanto promueven una intencionalidad casi siempre persuasiva; la información y las opiniones emitidas afectan e influyen en la adopción de criterios y en el comportamiento de los integrantes de nuestra sociedad.
Fattorelo menciona: “Todo proceso informativo presupone una ineludible dosis de subjetivismo, de intencionalidad, de intento de captación de las opiniones ajenas por parte del sujeto promotor que elabora la forma del mensaje” 8

FOTOPERIODISMO Y FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL
El origen del fotoperiodismo se encuentra estrechamente ligado a la denominada fotografía documental . El sustento teórico y práctico de la actividad fotoperiodística se desprende y alimenta del postulado dogmático de que la fotografía documental (en su atribución de garantía testimonial de la verdad), se vincula indefectiblemente al compromiso de no modificar ni influir sustancialmente la realidad.
Inclusive, la confusión de algunos fotógrafos contemporáneos los conduce a asegurar todavía, que el método de la fotografía documental es la fotografía directa , y que este modo de acercarse neutralmente a la realidad, evita su manipulación y la prevalencia de lo estético sobre el simple registro de los acontecimientos sociales.
Las declaraciones de los autores de la exposición New Topographics presentada en la George Eastman House de Rochester en 1975, ilustran fehacientemente dicha confusión:
“Bevan Davis hablaba del << esfuerzo hecho para que la cámara vea casi por ella misma >> . Lewis Baltz: << Quiero que mi trabajo sea neutral y libre de cualquier postura estética o ideológica >> . Joe Deal: << Las preferencias personales y los planteamientos éticos actúan como una interferencia en la imagen >>. 9
Sin embargo, al observar con detenimiento la praxis sociológica de la fotografía documental en el contexto histórico de su aparición, encontramos datos reveladores que aportan información contraria a los preceptos convencionales :
“El documental es un enfoque y no una técnica; es una afirmación y no una negación…La actitud documental no es el rechazo de elementos plásticos, que deben seguir siendo criterios esenciales en toda obra. Solamente da a esos elementos su limitación y su dirección. Así, la composición se transforma en un énfasis, y la precisión de línea, el foco, el filtro, la atmósfera –todos esos componentes que se incluyen en la ensoñada penumbra de la << calidad >> -, son puestos al servicio de un fin: hablar, con tanta elocuencia como sea posible, de aquello que debe ser dicho en el lenguaje de las imágenes” 10
Esta cita atribuida al director de la Farm Security Administration, Roy E. Stryker,* constata que la fotografía documental desde su génesis socio-económica se conformó como un punto de vista, un enfoque, un estilo, que jamás negó los elementos estéticos de la fotografía ni tampoco el carácter subjetivo que la distingue. Es pertinente añadir que los aspectos de respeto y sensibilidad ante los fenómenos sociales no son privativos de la fotografía abordada desde la perspectiva documental de aquel entonces, sino del trabajo fotoperiodístico de todas las épocas de la sociedadfotográfica .
De lo anterior se deduce, que el fotoperiodismo no es sinónimo de fotografía documental. Ésta adquiere esa designación exclusivamente por la intención que persigue; la de convertirse en un momento determinado en documento visual. Además del sentido documental, la actividad fotoperiodística profesional puede adoptar múltiples puntos de vista para abordar los acontecimientos de interés general: compromiso social, denuncia, carácter testimonial, etc.
En resumidas cuentas, toda fotografía periodística que tenga el carácter, el estilo, y la intención documental, sólo puede ser comprendida y definida como tal, por el uso social que se haga de ella. Es decir, toda fotografía, incluyendo a la fotoperiodística, puede producirse, leerse e interpretarse desde una perspectiva documental.
“Así, cualquier foto puede ser entendida como un documento si se infiere que contiene información útil sobre el tema específico que se estudia” 11

INFORMACIÓN Y OPINIÓN: DUALIDAD INSEPARABLE
La reflexión, la opinión y la crítica a la que puede ser sometida la información diaria, encuentra un espacio fundamental en el periodismo escrito, la radio, la televisión, el cine, al través de sus diferentes géneros específicos y lenguajes mediáticos.
¿Por qué entonces en el periodismo gráfico aún no se reconocen y utilizan sistemáticamente los género s propios de su carácter visual, es decir el uso conciente y complementario de la fotografía con intención informativa y la fotografía vinculada a la opinión en beneficio de la profesión y del público lector?
En una aproximación evolucionada del fotoperiodismo, coexisten, al igual que en el periodismo escrito, la función informativa, las posibilidades de crítica y la opinión personal, como elementos indispensables que conforman un proceso de comunicación fotográfico más amplio, en donde se fusionan de manera indisoluble la información y la opinión.
“En la fotografía periodística obviamente se opera esta simbiosis de información y opinión o –si se prefiere- de opinión implícita y explícita. La primera concebida como aquella en la que el emisor emite sus juicios y pareceres directamente y la segunda en el que el grado de subjetividad es inconsciente y/o producto de la aplicación de una línea informativa” 12
De este modo confirmamos que el fotoperiodismo, al través de la producción gráfica de imágenes, conlleva una estructura dual de información-opinión. En esta fusión no puede pasar desapercibido el hecho de que la opinión se genera en la estructura mental del fotógrafo-emisor (al interpretar la realidad de un evento determinado), y el fenómeno informativo se concretiza en el proceso de recepción por parte del público-lector, que en última instancia, y en competencia exclusiva, podrá considerar dicha información como opinión.
La probable transformación de información en opinión nos exige precisar que la imagen (incluida la fotoperiodística) no evoca, en una especie de acto reflejo al razonamiento ni a la reflexión, sino a la memoria visual acumulada en el bagaje histórico-cultural de cada individuo. Más aún, el carácter polisémico de la imagen permite la multiplicidad y la libertad de lecturas de una fotografía. De tal suerte que el concepto de univocidad promovido y defendido por las viejas tendencias del fotoperiodismo, queda, al menos en lo que respecta a esta disertación, confinado al ámbito de la retórica de los mensajes.

TEMAS O CATEGORÍAS FOTOGRÁFICAS
Los requerimientos histórico-culturales del ser humano por aprehender y representar el mundo real al través de imágenes, lo ha llevado a imaginar e implementar diversas estrategias clasificatorias. En el terreno de la fotografía, ésta se ha ordenado en categorías temáticas de acuerdo a las necesidades expresivas, y demandas específicas de la sociedad desde mediados del siglo XIX hasta nuestro tiempo.
Así deducimos que dicha demanda social (el uso y consumo de la fotografía en un contexto preciso) es la que determina los temas y contenidos más frecuentemente representados en la clasificación tradicional de los denominados géneros fotográficos .
A continuación mencionamos cuatro ejemplos distintos de cómo se puede clasificar a la fotografía en un sentido genérico.
Joaquín Perea13 propone que los géneros fotográficos son, de manera aditiva, los temas en si mismos, y las características referenciales asociadas a ellos:
  •  Bodegón o naturaleza estática, paisaje, retrato y reportaje.
Philippe Arbaïzar y Valérie Picaudé,14 categorizan a la fotografía en tres rubros que facilitan la ubicación de la misma:
•  Según su función (arte, científica, publicitaria, documental)
•  De acuerdo al referente (paisaje, arquitectura, naturaleza muerta, retrato, desnudo)
•  Categorías que combinan ambas distinciones (familiar, instantánea, erótica, reportaje)
La convocatoria para el concurso de Popular Photography15 distingue las siguientes categorías:
•  Animals, actions/sports, scenic/travel, creative/fine art, portraiture/family, nature, computer enhaced, glamour, candid/humor y photojournalism.
Lorenzo Vilches16 acepta que existe una infinidad de géneros fotográficos, entendidos como textos/géneros culturales:
•  Biofotografía, foto de prensa, foto comercial o publicitaria, tarjeta postal, el retrato, foto de ordenador, foto militar y la holografía.
La anterior digresión nos permite dilucidar que tal diversificación de géneros utilizados para clasificar a la fotografía, de acuerdo al grado figurativo y de iconicidad que ésta mantiene con la realidad, siempre será convencional, arquetípica e insuficiente. Pepe Baeza comenta al respecto:
“El concepto género en su acepción clásica queda desbordado por la profusión y complejidad de los tipos de imágenes contemporáneas” 17
Por tales motivos estimamos apropiado no utilizar el término género para referirnos a las distintas clasificaciones de la fotografía en general (los temas representados y su significación), sino el de categoría que nos parece el más idóneo.
Sin embargo, en el anterior listado clasificatorio de la fotografía, advertimos la grave confusión de cómo la actividad profesional del fotoperiodismo que se ejerce cotidianamente en un medio de comunicación, se considera como un simple género fotográfico. Y por si fuese insuficiente, al fotoperiodismo se le asignan denominaciones por demás inexactas: la fotografía considerada documental y el reportaje no son sinónimos de la disciplina fotoperiodística, ni mucho menos engloban a esta profesión en toda su magnitud; el documental, insistimos, es únicamente la intención, la finalidad que el fotógrafo persigue, mientras que el reportaje, o más preciso, el foto-reportaje es un género fotoperiodístico . (como se puede entrever el término de género lo reservamos a los géneros fotoperiodísticos, conceptos que abordamos en el siguiente apartado).

LOS GÉNEROS FOTOPERIODÍSTICOS
El fotoperiodismo es una actividad profesional, ejercida por comunicadores, que mediante un sistema propio de expresión en imágenes, cumple la función de interpretar la realidad social, al través de diversos discursos simbólicos sustentados en estructuras formales específicas.
Esta definición pormenorizada de fotoperiodismo, nos es útil para comprender el marco referencial, laboral y teórico, donde se ubican y desarrollan los géneros fotoperiodísticos .
Habitualmente se menciona que la fotografía periodística es un texto visual , afirmación que nos lleva a precisar que ésta se manifiesta como tal siempre y cuando un fotógrafo (autor) conciba coherentemente la estructura de una fotografía (texto), exista un destinatario activo (lector) que asigne o perciba algún uso o contenido simbólico a la imagen fotográfica, y sobre todo que se tenga en cuenta el contexto socio-cultural específico donde se desarrolle algún proceso de comunicación.
En otras palabras, la fotografía periodística se considera un texto visual únicamente cuando se produce, estructura e interpreta desde un contexto socio-cultural determinado. Una fotografía aislada sin un lector y sin un contexto no significa absolutamente nada. Así, es viable que cada fotografía periodística devenga en texto visual , en virtud de la conexión dialéctica que se establezca entre un fotógrafo emisor y un público lector.
Las fotografías periodísticas se pueden organizar a partir de sus características discursivas particulares y según la finalidad que persiga cada fotoperiodista. Para tal efecto recurrimos a los géneros fotoperiodísticos. Y
Los géneros fotoperiodísticos son estructuras operatorias formales, establecidas convencionalmente, con cierta estabilidad, que facilitan la organización coherente de los diferentes tipos del discurso contenidos en una fotografía o conjunto de las mismas.
Previo al listado de los géneros fotoperiodísticos estimamos conveniente efectuar un comentario adicional.
Si hablamos con insistencia de texto visual en párrafos anteriores, es precisamente porque con el empleo de losgéneros fotoperiodísticos se promueve tanto la estructuración de las fotos periodísticas en conjuntos lógicos y coherentes, como la posibilidad de que éstos sean decodificados como información útil, factible de ser convertida en mensajes por el público lector.
“La coherencia textual en la imagen (…) permite la interpretación (…) de una expresión, con respecto a un contenido, de una secuencia de imágenes en relación con su significado” 18
Los géneros fotoperiodísticos se distinguen por la predominancia de alguno de los tres criterios siguientes: Propósito informativo (se enfatiza el contenido). Propósito de opinión (se acentúa la expresión). Tipo de discurso.
PROPÓSITO INFORMATIVO . Los tipos de discurso predominantes son: exposición, descripción y narración.W En este rubro consideramos los siguientes géneros:
Foto noticia . Se refiere a una o varias fotografías periodísticas que dan a conocer oportuna y sintéticamente un acontecimiento noticiosos relevante en el momento de su desenlace o clímax informativo. Los tipos de discurso preponderantes son el expositivo y el descriptivo.
Foto-reportaje corto . Aunque este género fotoperiodístico es eminentemente narrativo en su discurso simbólico, se entremezclan dicha forma narrativa y la descriptiva, para relatar progresivamente (con fotografías periodísticas significativas) la complejidad de los fenómenos sociales de actualidad vinculados a la información diaria. El foto-reportaje corto requiere de una planeación mínima. El tiempo de entrega es casi inmediato y se desarrolla en conjuntos de 4 a 10 fotografías aproximadamente.
PROPÓSITO DE OPINIÓN . El tipo de discurso predominante es la narración. Aunque puede contener las formas de exposición, y descripción. En este rubro incluimos los siguientes géneros:
Foto-reportaje profundo (gran reportaje) . En este género fotoperiodístico prevalece el tipo de discurso narrativo amalgamado principalmente a las formas descriptiva y expositiva. El foto-reportaje de profundidad se caracteriza por el tratamiento abiertamente interpretativo asumido por parte del fotoperiodista. El uso de este género fotoperiodístico precisa de una investigación exhaustiva y de una planeación previas para abordar de manera crítica, detallada y en profundidad, asuntos y/o problemas no necesariamente informativos sino de tipo estructural: antropológicos, sociológicos, económicos, culturales, ambientales, etc. El número de fotografías requeridas en este género fotoperiodístico es regularmente amplio y depende de las necesidades discursivas de cada fotoperiodista.
Ensayo fotoperiodístico. Es el género fotoperiodístico más complejo. Exige experiencia y madurez al fotoperiodista para formular una narración visual no necesariamente secuencial o lineal. Este género fotoperiodístico posibilita la libertad expresiva y personal del autor para tratar reflexivamente cualquier temática de interés general, sea o no de actualidad informativa. Dicha flexibilidad genérica, permite al fotoperiodista desarrolle su modo particular de interpretar la realidad social, admite la inclusión de otros géneros fotoperiodísticos en el armado de la propuesta visual, así como el empleo de las formas discursivas descriptiva y expositiva. Las fotografías que integran el ensayo fotoperiodístico interactúan entre sí, y constituyen unidades discursivas simbólicas integrales, que contribuyen a la comprensión general del tema tratado. De esta manera, cada fotografía que conforma el ensayo fotoperiodístico podrá leerse como un texto visual autónomo. Se requiere de una planeación razonada y el número de fotografías utilizadas es variable.
Por último, tenemos dos géneros híbridos, que estarían integrados por uno o varios tipos discursivos:
Retrato fotoperiodístico. Se dirige al reconocimiento de los rasgos físicos y psíquicos distintivos de uno o varios individuos (inclusive grupos), que por alguna causa desempeñan un papel protagónico o noticioso relacionado a un evento de interés general. Este género fotoperiodístico puede enfatizar alguna peculiaridad de los personajes fotografiados, o bien hacer hincapié en la atmósfera simbólica y/o contexto social que los rodea. Los retratos fotoperiodísticos se realizan bajo dos vertientes: en el instante que ocurren los hechos que involucran a los personajes (retrato en vivo), y los que se planean con el consentimiento expreso de los mismos; esta segunda vertiente demanda información previa suficiente sobre el personaje a fotografiar. No sólo los individuos prominentes tienen cabida en el retrato fotoperiodístico, se contemplan también a personas comunes que por alguna característica singular se estiman periodísticamente relevantes. Los tipos de discurso más evidentes son el expositivo y el descriptivo.
Columna fotoperiodística. Es el género fotoperiodístico menos conocido y ejercido en el periodismo impreso. Exige la comprensión y confianza de los directivos de una institución periodística, con un perfil editorial vanguardista, que favorezca su implementación y continuidad. La forma como se presenta en los medios impresos, es similar a la columna periodística escrita, en cuanto a las siguientes características: nombre o título propio elegido por el fotoperiodista, crédito autoral invariable, diseño y tipografía distintivas, lugar y espacio fijos en el medio impreso (misma página o sección), y por último, una aparición periódica inamovible. Este género fotoperiodístico muestra indefectiblemente la visión personal del fotoperiodista experimentado para organizar con toda libertad los contenidos simbólicos del mismo. Éstos se diseñan conforme a una temática especializada (política, cultura, asuntos de interés general, etc.) ó de acuerdo al tratamiento de asuntos múltiples. El propósito periodístico del columnista fluctúa entre la información y la interpretación explícita, situación que genera el uso indiscriminado de los diferentes tipos discursivos del lenguaje. Debido a que el espacio dedicado a la columna fotoperiodística es limitado se exhibe regularmente una sola fotografía.
La imagen fotoperiodística es inestable (en el sentido semiótico), debido a que se considera “ la reproducción analógica de la realidad”.19 Sin embargo, aunque la realidad social diacrónica y compleja, también es inestable, pensamos que el reconocimiento y el uso permanente de los géneros fotoperiodísticos contribuyen a suministrar ciertas condiciones de “estabilidad” para ordenar, construir, incluso estudiar, conjuntos de fotografías periodísticas significativas.
Recordemos que la idea de clasificar al fotoperiodismo en géneros, funciona como un recurso operatorio dúctil, y por tanto las características estructurales que definen a cada género fotoperiodístico son modificables. A fin de cuentas los géneros fotoperiodísticos nunca son homogéneos, conviven, se fusionan, se entremezclan, según la finalidad comunicativa de cada autor para elaborar su propuesta visual.
En el ámbito del periodismo escrito, existen comunicadores especializados para llevar a cabo la actividad informativa cotidiana. El periodista se reconoce como reportero, columnista, editorialista, etc., es decir, ejerce un género periodístico particular para escribir en cada una de las secciones constitutivas del periódico o revista: información general, página editorial, deportes, espectáculos, nota roja, cultura, etc.
Tales razonamientos nos llevan a entender, que las secciones como se organizan y dividen las distintas publicaciones impresas, no son los géneros periodísticos , sino sólo eso: las secciones.
Inclusive en el Premio Nacional de Periodismo, se juzga y premia la forma como se utilizan los géneros periodísticos: mejor nota informativa, reportaje, entrevista, artículo de fondo, etc.
No obstante lo anterior, en el periodismo gráfico se suscita un fenómeno conceptual preocupante. La mayoría de los fotoperiodistas, aunque no todos, cumplen sus ¨órdenes¨ de trabajo en relación directa con las secciones del medio impreso; “se cubre” policía, información general, cultura, espectáculos, etc., y no se tiene en mente el género fotoperiodístico que se puede utilizar para organizar y estructurar de una mejor forma sus imágenes.
Esta situación se traduce de inmediato en una selección y edición gráfica confusas, perfiladas precisamente en los requerimientos diseñísticos que configuran las secciones del medio, y en la política editorial del mismo. En consecuencia, la aplicación de los géneros fotoperiodísticos pasa generalmente inadvertida.
Una confusión similar permea en algunos concursos de fotoperiodismo. Se convoca a participar en rubros o categorías “ especializadas”, que a fin de cuentas, son las mismas secciones de los periódicos y revistas. Se conceden premios a cultura y espectáculos, policía, vida cotidiana, política, etc., e invariablemente, se galardonan las fotografías vinculadas a la noticia, y se dejan de lado los trabajos que exploran de manera alterna los sucesos de interés periodístico. Es obvio que no se contemplan rigurosamente los géneros fotoperiodísticos al que pertenecen las fotografías concursantes y, de acuerdo con nuestra postura conceptual, los criterios vigentes de evaluación tradicional;“principio, desarrollo, final, y la delimitación jerárquica de las imágenes hegemónicas subsidiarias y de liga”,20 podrían complementarse con las normas que rigen a los géneros fotoperiodísticos que sugerimos.
Debemos insistir: el fotoperiodismo no son los temas ni las categorías en los que se agrupan convencionalmente los diferentes fenómenos y actividades sociales, ni mucho menos son las secciones como se organizan periódicos y revistas.
Antes de proseguir, es necesario comentar que el periodismo gráfico y el escrito, comparten y constituyen el universo semántico de los medios impresos. Por ello, los textos lingüísticos (títulos y pies de foto) son indispensables para complementar y contextualizar –cuando es necesario- lo que la fotografía periodística, por sus limitantes discursivas, no puede expresar a plenitud.
“La fotografía periodística no es un mensaje aislado. Al contrario, está enmarcado dentro de un entorno estructurado por la leyenda, un titular y/o un texto escrito que, junto con ella, conforman una unidad”. 21
Son muy pocas las fotografías periodísticas que demandan una explicación escrita mayor, debido a su carga informativa y descriptiva excepcionales, así como al uso mediático que las avala. Por el contrario, cuando algunas fotografías son demasiado débiles, incluso banales, y no se sostienen con una estructura discursiva suficiente, se requiere de un texto amplísimo que exponga, describa y narre, lo que la misma es incapaz de generar.
Estamos convencidos que en el universo fotoperiodístico actual, pueden coexistir los fotógrafos comprometidos y especializados en la foto noticia, con aquellos que consideran a la fotografía periodística como herramienta de expresión personal generadora de opinión.
De esta manera, el fotoperiodismo moderno no depende exclusivamente del hecho informativo para definirse como tal; las posibilidades expresivas y de opinión son imprescindibles para imaginar un proceso vanguardista de comunicación en imágenes.
A fin de cuentas, el fotoperiodista se puede instalar en la posición de comunicador pleno al liberarse de la restricción que implica la definición de la foto directa como única vía posible para ejercer un periodismo gráfico comprometido.
“La objetividad, para el fotoperiodismo, no es una característica que se perciba en cada fotografía: significa, sobre todo, una búsqueda, una actitud que registra la lucha que el fotoperiodista ejerce por llegar al más alto grado de verismo, sin olvidar que siempre será un grado el que se consiga, nunca la suma total”. 22
Por tanto tiempo retrataste a la solitaria quimera que se llenó de luz; y un día, transformada en centella incandescente, decidió sin avisarte, habitar para siempre en ti.
MARIO PALACIOS LUNA. IN MEMORIAM.
Referencias
1 NEWHALL, Beaumont. Historia de la Fotografía. Editorial, Gustavo Gili. Barcelona, 1983. Pp. 172-174.
2 Ibid. P. 174
3 SCHÖTTLE, Hugo. Diccionario de la Fotografía. Editorial, Blume. Barcelona, 1982. P. 127.
4 Ibid. P. 764.
5 GARCÍA, Néstor. Segundo Coloquio Latinoamericano de Fotografía. Consejo Mexicano de Fotografía. México, 1982. P. 18.
6 World Press Photo. 30 Años de Fotoperiodismo Internacional. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Instituto Nacional de Bellas Artes. Museo Rufino Tamayo. México, 1989. P.p. 5-6.
7 HUDEC, Vladimír. El Periodismo. Organización Internacional de Periodistas. Praga, 1980. P. 33.
8 Citado por GONZÁLEZ Reyna. Susana. Géneros Periodísticos 1: Periodismo de Opinión y Discurso. Editorial, Trillas. México, 1997. P. 19.
9 FONTCUBERTA, Joan. El beso de Judas. Fotografía y verdad. Editorial, Gustavo Gili. Barcelona, 2000. P. 98.
10 Citado por NEWHALL, Beaumont. Op. Cit. P.245.
* El gobierno de los Estados Unidos al través de la Farm Security Administration, contrató a un grupo de fotógrafos –Dorothea Lange, Ben Shan, Walker Evans, entre otros-, para documentar las miserables condiciones laborales y de vida de los granjeros y comunidades rurales durante la gran recesión económica de la década de 1930.
11 NEWHALL, Beaumont. Op. Cit. P.235.
12 ABREU, Carlos. La Opinión Fotográfica (1). Revista Latina de Comunicación Social, número 24. 1999. La Laguna (Tenerife). www.ull.es/publicaciones/latinas/a1999adi/.01abreu2.html.
13 PEREA, Joaquín. Los Géneros Fotográficos. www.ucm.es/info/univfoto/num2/fgeneros.htm.
14 ARBAÏZAR, Philippe y PICAUDÉ, Valérie. La confusión de los géneros en fotografía. Editorial, Gustavo Gili. Barcelona, 2004. P. 17.
15 Popular Photography, volumen 62, no. 1, enero 1998.
16 VILCHES, Lorenzo. Teoría de la imagen periodística. Editorial, Paidós. Barcelona, 1987. P. 235.
17 BAEZA, Pepe. Por una función crítica de la fotografía de prensa. Editorial, Gustavo Gili. Barcelona, 2001. P. 15.
Y Si bien algunos fotoperiodistas se valen de ellos, su empleo metódico por parte del gremio es aún incipiente.
18 VILCHES, Lorenzo. La lectura de la imagen. Editorial, Paidós. Barcelona, 1986. P. 34.
W Para abundar en los tipos del discurso periodístico remitirse a: GONZÁLEZ Reyna Susana. Op. Cit.
19 BARTHES, Roland. La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía. Editorial, Paidós, 3era, edición. Barcelona, 1990. P. 207.
20 Acta de la tercera Bienal de Fotoperiodismo. 1999.
21 ABREU, Carlos. Para analizar la fotografía periodística. Revista Latina de Comunicación Social, número 24. 1999. La Laguna (Tenerife). www.ull.es/publicaciones/latinas/a1999adi/.01abreu2.html.
22 World Press Photo. 30 Años de Fotoperiodismo Internacional. Op. Cit. P. 6

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