Por: Jorge
Claro León
Fotógrafo
Independiente
“Si el fotógrafo
logra sortear la trampa que le tiende el caos de la realidad, y consigue
organizar esa realidad confiriéndole un cierto orden, en ese momento el
fotógrafo logrará decir algo al eventual espectador” Raúl
Beceyro
LA FOTO DIRECTA/ DISCURSO INSUFICIENTE
Las tesis fundacionales de la fotografía directa, condensadas en el principio de objetividad, nutrían las necesidades técnicas, expresivas y filosóficas de muchos fotógrafos de la primera mitad del siglo XX. Alfred Stieglitz confesaba su doctrina primigenia al comentar las fotos de Paul Strand publicadas en la revista Camera Work en 1917: “la obra era brutalmente directa, pura, carente de trucos” 1. Strand escribía en el mismo año con respecto al papel y la honestidad que debía desempeñar el fotógrafo: “…Esto supone un verdadero respeto por el objeto que está frente a él, expresado en términos de claroscuro… mediante una gama de valores tonales casi infinitos que están más allá de la habilidad de una mano humana, la más plena realización de ello se obtiene sin trucos de procesos ni manipulación, y gracias al uso de los métodos de la fotografía directa” 2.
Se puede entender que
la fotografía directa contemporánea heredó ciertas
peculiaridades rigoristas de aquellos años. La influencia de autores como A.
Stieglitz, Paul Strand, E. Weston, Ansel Adams y Minor White, se percibe en el
modo de abordar los fenómenos sociales y sobre todo, en la teorización ortodoxa
que propugnan algunos fotógrafos al concebir y producir sus materiales; se
asume el compromiso único e ineludible de documentar y plasmar la realidad objetivamente.
Un diccionario especializado define a la fotografía directa :
“Denominación aplicada
a la fotografía inmediata, que caracteriza la aspiración de algunos fotógrafos
a una fotografía no manipulada, comprometida con la realidad, la verdad y la
estética. Fotografía directa es sinónimo de una tendencia
fotográfica actual (especialmente en la topographical-photography ),
con la que se sienten comprometidos algunos jóvenes fotógrafos americanos. Ven
su ideal en una descripción de personas y lugares impoluta y
realista”3.
Es necesario subrayar
que esta concepción clásica de la fotografía directa –en donde
el registro de la realidad que efectúa el fotógrafo no es alterado de ninguna
manera-, no constituye ni puede reducir la complejidad del quehacer
fotoperiodístico actual, a una actividad consagrada exclusivamente a imprimir
clisés de los acontecimientos sociales desde una perspectiva objetiva y
llanamente descriptiva , ni con la insostenible pretensión de
que una fotografía periodística es la reproducción fiel e irrefutable de un
hecho real.
Estas atribuciones
–desmedidas- se explican probablemente porque la fotografía está catalogada
como el referente icónico por antonomasia, situación que deriva en el axioma que
sustenta a la fotografía desde su invención en el siglo XIX:
“La representación
directa de la realidad es la propiedad prototípica específica de la fotografía”4 .
Sin embargo, el hecho
de que las imágenes periodísticas surjan de una realidad social dinámica, no
implica que éstas sean la recreación exacta de la misma. Néstor García Canclini
cuestiona irónicamente al respecto: “¿Necesitamos recordar que el fotógrafo no
copia lo real, que reduce la tridimensionalidad del mundo a la
bidimensionalidad de la imagen, que la tecnología, el carácter monofocal y
estático de la representación, la intervención de la luz y el recorte del
encuadre ofrecen siempre versiones de lo real?”5.
El texto de
presentación de los 30 años de World Press Photo nos proporciona respuestas
contundentes que configuran, desde nuestro punto de vista, el perfil del
fotoperiodismo contemporáneo:
“…Lo real, en su
integridad, es irreproducible, cualquier intento resulta parcial. La
fotografía, por más identificable que resulte el objeto retratado, es siempre
un recorte del entorno; como tal conlleva una exclusión de ciertos aspectos, el
ordenamiento y jerarquización de otros y el énfasis de determinados detalles.
De tal manera que la imagen producida, aún en el caso de una disciplina como el
fotoperiodismo que tiene por meta alcanzar el más alto grado de objetividad,
encierra un sesgo, un matiz que la convierte en obra personal, en reflejo no
sólo del mundo, sino de la visión del mundo de su auto r” 6.
EL
PERIODISMO Y LA FOTOGRAFÍA
Recordemos que el
periodismo ejercido en medios impresos (en donde confluyen la palabra escrita y
la fotografía) es una actividad que se inscribe en un proceso global de
producción, distribución y consumo de mensajes, y por tanto no puede existir
aislado de un determinado contexto histórico; es una profesión conformada por
comunicadores, ubicada en un marco social y no puede entenderse como una actividad
impersonal abstracta, con un posicionamiento de absoluta imparcialidad, y sin
un compromiso social explícito.
Una definición
contemporánea que ejemplifica la idea de periodismo liberal en medios impresos
y audiovisuales, la ofrece el Dr. en Ciencias Sociales V. Hudec:
“Por periodismo
entendemos conjuntos de expresiones escritas, habladas, fotográficas o de
combinación mutua destinadas a interpretar la realidad social
de actualidad, y que mediante su difusión ejercen un impacto sobre un público
socialmente diferenciado. El periodismo orienta a ese público,
formula y expresa sus opiniones , su concepción del mundo; le
ofrece una explicación de los fenómenos contemporáneos en toda
su multiformidad” 7.
En consecuencia, la
labor periodística y los mensajes elaborados y difundidos en los medios
industriales de información, nunca son neutros ni gratuitos, en tanto promueven
una intencionalidad casi siempre persuasiva; la información y las opiniones
emitidas afectan e influyen en la adopción de criterios y en el comportamiento
de los integrantes de nuestra sociedad.
Fattorelo menciona:
“Todo proceso informativo presupone una ineludible dosis de subjetivismo, de
intencionalidad, de intento de captación de las opiniones ajenas por parte del
sujeto promotor que elabora la forma del mensaje” 8
FOTOPERIODISMO
Y FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL
El origen del
fotoperiodismo se encuentra estrechamente ligado a la denominada fotografía
documental . El sustento teórico y práctico de la actividad
fotoperiodística se desprende y alimenta del postulado dogmático de que la
fotografía documental (en su atribución de garantía testimonial de la verdad),
se vincula indefectiblemente al compromiso de no modificar ni influir
sustancialmente la realidad.
Inclusive, la
confusión de algunos fotógrafos contemporáneos los conduce a asegurar todavía,
que el método de la fotografía documental es la fotografía directa ,
y que este modo de acercarse neutralmente a la realidad, evita
su manipulación y la prevalencia de lo estético sobre el simple registro de los
acontecimientos sociales.
Las declaraciones de
los autores de la exposición New Topographics presentada en la George Eastman
House de Rochester en 1975, ilustran fehacientemente dicha confusión:
“Bevan Davis hablaba
del << esfuerzo hecho para que la cámara vea casi por ella misma >>
. Lewis Baltz: << Quiero que mi trabajo sea neutral y libre de cualquier
postura estética o ideológica >> . Joe Deal: << Las preferencias
personales y los planteamientos éticos actúan como una interferencia en la
imagen >>. 9
Sin embargo, al
observar con detenimiento la praxis sociológica de la fotografía documental en
el contexto histórico de su aparición, encontramos datos reveladores que
aportan información contraria a los preceptos convencionales :
“El documental es un
enfoque y no una técnica; es una afirmación y no una negación…La actitud
documental no es el rechazo de elementos plásticos, que deben seguir siendo
criterios esenciales en toda obra. Solamente da a esos elementos su limitación
y su dirección. Así, la composición se transforma en un énfasis, y la precisión
de línea, el foco, el filtro, la atmósfera –todos esos componentes que se
incluyen en la ensoñada penumbra de la << calidad >> -, son puestos
al servicio de un fin: hablar, con tanta elocuencia como sea posible, de
aquello que debe ser dicho en el lenguaje de las imágenes” 10
Esta cita atribuida
al director de la Farm Security Administration, Roy E. Stryker,* constata
que la fotografía documental desde su génesis socio-económica se conformó como
un punto de vista, un enfoque, un estilo, que jamás negó los elementos
estéticos de la fotografía ni tampoco el carácter subjetivo que la distingue.
Es pertinente añadir que los aspectos de respeto y sensibilidad ante los
fenómenos sociales no son privativos de la fotografía abordada desde la
perspectiva documental de aquel entonces, sino del trabajo fotoperiodístico de
todas las épocas de la sociedadfotográfica .
De lo anterior se
deduce, que el fotoperiodismo no es sinónimo de fotografía documental. Ésta
adquiere esa designación exclusivamente por la intención que persigue; la de
convertirse en un momento determinado en documento visual. Además
del sentido documental, la actividad fotoperiodística profesional puede adoptar
múltiples puntos de vista para abordar los acontecimientos de interés general:
compromiso social, denuncia, carácter testimonial, etc.
En resumidas cuentas,
toda fotografía periodística que tenga el carácter, el estilo, y la
intención documental, sólo puede ser comprendida y definida como tal,
por el uso social que se haga de ella. Es decir, toda
fotografía, incluyendo a la fotoperiodística, puede producirse, leerse e
interpretarse desde una perspectiva documental.
“Así, cualquier foto
puede ser entendida como un documento si se infiere que contiene información
útil sobre el tema específico que se estudia” 11
INFORMACIÓN
Y OPINIÓN: DUALIDAD INSEPARABLE
La reflexión, la
opinión y la crítica a la que puede ser sometida la información diaria,
encuentra un espacio fundamental en el periodismo escrito, la radio, la
televisión, el cine, al través de sus diferentes géneros específicos y
lenguajes mediáticos.
¿Por qué entonces en
el periodismo gráfico aún no se reconocen y utilizan sistemáticamente los género s
propios de su carácter visual, es decir el uso conciente y complementario de la
fotografía con intención informativa y la fotografía vinculada a la opinión en
beneficio de la profesión y del público lector?
En una aproximación
evolucionada del fotoperiodismo, coexisten, al igual que en el periodismo
escrito, la función informativa, las posibilidades de crítica y la opinión
personal, como elementos indispensables que conforman un proceso de
comunicación fotográfico más amplio, en donde se fusionan de manera indisoluble
la información y la opinión.
“En la fotografía
periodística obviamente se opera esta simbiosis de información y opinión o –si
se prefiere- de opinión implícita y explícita. La primera concebida como
aquella en la que el emisor emite sus juicios y pareceres directamente y la
segunda en el que el grado de subjetividad es inconsciente y/o producto de la
aplicación de una línea informativa” 12
De este modo
confirmamos que el fotoperiodismo, al través de la producción gráfica de
imágenes, conlleva una estructura dual de información-opinión. En esta fusión
no puede pasar desapercibido el hecho de que la opinión se
genera en la estructura mental del fotógrafo-emisor (al interpretar la realidad
de un evento determinado), y el fenómeno informativo se
concretiza en el proceso de recepción por parte del público-lector, que en
última instancia, y en competencia exclusiva, podrá considerar dicha
información como opinión.
La probable
transformación de información en opinión nos exige precisar que la imagen
(incluida la fotoperiodística) no evoca, en una especie de acto reflejo al
razonamiento ni a la reflexión, sino a la memoria visual acumulada en el bagaje
histórico-cultural de cada individuo. Más aún, el carácter polisémico de la
imagen permite la multiplicidad y la libertad de lecturas de una fotografía. De
tal suerte que el concepto de univocidad promovido y defendido por las viejas
tendencias del fotoperiodismo, queda, al menos en lo que respecta a esta
disertación, confinado al ámbito de la retórica de los mensajes.
TEMAS
O CATEGORÍAS FOTOGRÁFICAS
Los requerimientos
histórico-culturales del ser humano por aprehender y representar el mundo real
al través de imágenes, lo ha llevado a imaginar e implementar diversas
estrategias clasificatorias. En el terreno de la fotografía, ésta se ha
ordenado en categorías temáticas de acuerdo a las necesidades expresivas, y
demandas específicas de la sociedad desde mediados del siglo XIX hasta nuestro
tiempo.
Así deducimos que
dicha demanda social (el uso y consumo de la fotografía en un contexto preciso)
es la que determina los temas y contenidos más frecuentemente representados en
la clasificación tradicional de los denominados géneros fotográficos .
A continuación
mencionamos cuatro ejemplos distintos de cómo se puede clasificar a la
fotografía en un sentido genérico.
Joaquín Perea13 propone
que los géneros fotográficos son, de manera aditiva, los temas en si mismos, y
las características referenciales asociadas a ellos:
•
Bodegón o naturaleza estática, paisaje, retrato y reportaje.
Philippe Arbaïzar y
Valérie Picaudé,14 categorizan a la fotografía
en tres rubros que facilitan la ubicación de la misma:
• Según su
función (arte, científica, publicitaria, documental)
• De acuerdo al referente (paisaje, arquitectura, naturaleza muerta, retrato, desnudo)
• Categorías que combinan ambas distinciones (familiar, instantánea, erótica, reportaje)
• De acuerdo al referente (paisaje, arquitectura, naturaleza muerta, retrato, desnudo)
• Categorías que combinan ambas distinciones (familiar, instantánea, erótica, reportaje)
La convocatoria para
el concurso de Popular Photography15 distingue
las siguientes categorías:
• Animals,
actions/sports, scenic/travel, creative/fine art, portraiture/family, nature,
computer enhaced, glamour, candid/humor y photojournalism.
Lorenzo Vilches16 acepta
que existe una infinidad de géneros fotográficos, entendidos como
textos/géneros culturales:
•
Biofotografía, foto de prensa, foto comercial o publicitaria, tarjeta postal,
el retrato, foto de ordenador, foto militar y la holografía.
La anterior digresión
nos permite dilucidar que tal diversificación de géneros utilizados
para clasificar a la fotografía, de acuerdo al grado figurativo y de iconicidad
que ésta mantiene con la realidad, siempre será convencional, arquetípica e
insuficiente. Pepe Baeza comenta al respecto:
“El concepto género en
su acepción clásica queda desbordado por la profusión y complejidad de los
tipos de imágenes contemporáneas” 17
Por tales motivos
estimamos apropiado no utilizar el término género para
referirnos a las distintas clasificaciones de la fotografía en general (los
temas representados y su significación), sino el de categoría que
nos parece el más idóneo.
Sin embargo, en el
anterior listado clasificatorio de la fotografía, advertimos la grave confusión
de cómo la actividad profesional del fotoperiodismo que se ejerce
cotidianamente en un medio de comunicación, se considera como un simple género
fotográfico. Y por si fuese insuficiente, al fotoperiodismo se le asignan
denominaciones por demás inexactas: la fotografía considerada documental y el
reportaje no son sinónimos de la disciplina fotoperiodística, ni mucho menos
engloban a esta profesión en toda su magnitud; el documental, insistimos, es
únicamente la intención, la finalidad que el fotógrafo persigue, mientras que
el reportaje, o más preciso, el foto-reportaje es un género
fotoperiodístico . (como se puede entrever el término de género lo
reservamos a los géneros fotoperiodísticos, conceptos que
abordamos en el siguiente apartado).
LOS
GÉNEROS FOTOPERIODÍSTICOS
El fotoperiodismo es
una actividad profesional, ejercida por comunicadores, que mediante un sistema
propio de expresión en imágenes, cumple la función de interpretar la realidad
social, al través de diversos discursos simbólicos sustentados en estructuras
formales específicas.
Esta definición
pormenorizada de fotoperiodismo, nos es útil para comprender el marco
referencial, laboral y teórico, donde se ubican y desarrollan los géneros
fotoperiodísticos .
Habitualmente se
menciona que la fotografía periodística es un texto visual ,
afirmación que nos lleva a precisar que ésta se manifiesta como tal , siempre
y cuando un fotógrafo (autor) conciba coherentemente la estructura de una
fotografía (texto), exista un destinatario activo (lector) que asigne o perciba
algún uso o contenido simbólico a la imagen fotográfica, y sobre todo que se
tenga en cuenta el contexto socio-cultural específico donde se desarrolle algún
proceso de comunicación.
En otras palabras, la
fotografía periodística se considera un texto visual únicamente
cuando se produce, estructura e interpreta desde un contexto socio-cultural
determinado. Una fotografía aislada sin un lector y sin un contexto no
significa absolutamente nada. Así, es viable que cada fotografía periodística
devenga en texto visual , en virtud de la conexión dialéctica
que se establezca entre un fotógrafo emisor y un público lector.
Las fotografías
periodísticas se pueden organizar a partir de sus características discursivas
particulares y según la finalidad que persiga cada fotoperiodista. Para tal
efecto recurrimos a los géneros fotoperiodísticos. Y
Los géneros
fotoperiodísticos son estructuras operatorias formales, establecidas
convencionalmente, con cierta estabilidad, que facilitan la organización
coherente de los diferentes tipos del discurso contenidos en una fotografía o
conjunto de las mismas.
Previo al listado de
los géneros fotoperiodísticos estimamos conveniente efectuar un comentario
adicional.
Si hablamos con
insistencia de texto visual en párrafos anteriores, es
precisamente porque con el empleo de losgéneros fotoperiodísticos se
promueve tanto la estructuración de las fotos periodísticas en conjuntos lógicos
y coherentes, como la posibilidad de que éstos sean decodificados como
información útil, factible de ser convertida en mensajes por el público lector.
“La coherencia
textual en la imagen (…) permite la interpretación (…) de una expresión, con
respecto a un contenido, de una secuencia de imágenes en relación con su
significado” 18
Los géneros
fotoperiodísticos se distinguen por la predominancia de alguno de los tres
criterios siguientes: Propósito informativo (se enfatiza el contenido).
Propósito de opinión (se acentúa la expresión). Tipo de discurso.
PROPÓSITO INFORMATIVO .
Los tipos de discurso predominantes son: exposición, descripción y narración.W En
este rubro consideramos los siguientes géneros:
Foto noticia .
Se refiere a una o varias fotografías periodísticas que dan a conocer oportuna
y sintéticamente un acontecimiento noticiosos relevante en el momento de su
desenlace o clímax informativo. Los tipos de discurso preponderantes son el
expositivo y el descriptivo.
Foto-reportaje corto .
Aunque este género fotoperiodístico es eminentemente narrativo en su discurso
simbólico, se entremezclan dicha forma narrativa y la descriptiva, para relatar
progresivamente (con fotografías periodísticas significativas) la complejidad
de los fenómenos sociales de actualidad vinculados a la información diaria. El
foto-reportaje corto requiere de una planeación mínima. El tiempo de entrega es
casi inmediato y se desarrolla en conjuntos de 4 a 10 fotografías
aproximadamente.
PROPÓSITO DE OPINIÓN .
El tipo de discurso predominante es la narración. Aunque puede contener las
formas de exposición, y descripción. En este rubro incluimos los siguientes
géneros:
Foto-reportaje
profundo (gran reportaje) . En este género
fotoperiodístico prevalece el tipo de discurso narrativo amalgamado
principalmente a las formas descriptiva y expositiva. El foto-reportaje de
profundidad se caracteriza por el tratamiento abiertamente interpretativo
asumido por parte del fotoperiodista. El uso de este género fotoperiodístico
precisa de una investigación exhaustiva y de una planeación previas para
abordar de manera crítica, detallada y en profundidad, asuntos y/o problemas no
necesariamente informativos sino de tipo estructural: antropológicos,
sociológicos, económicos, culturales, ambientales, etc. El número de
fotografías requeridas en este género fotoperiodístico es regularmente amplio y
depende de las necesidades discursivas de cada fotoperiodista.
Ensayo
fotoperiodístico. Es el género fotoperiodístico más
complejo. Exige experiencia y madurez al fotoperiodista para formular una
narración visual no necesariamente secuencial o lineal. Este género
fotoperiodístico posibilita la libertad expresiva y personal del autor para
tratar reflexivamente cualquier temática de interés general, sea o no de
actualidad informativa. Dicha flexibilidad genérica, permite al fotoperiodista
desarrolle su modo particular de interpretar la realidad social, admite la
inclusión de otros géneros fotoperiodísticos en el armado de la propuesta
visual, así como el empleo de las formas discursivas descriptiva y expositiva.
Las fotografías que integran el ensayo fotoperiodístico interactúan entre sí, y
constituyen unidades discursivas simbólicas integrales, que contribuyen a la
comprensión general del tema tratado. De esta manera, cada fotografía que
conforma el ensayo fotoperiodístico podrá leerse como un texto visual autónomo.
Se requiere de una planeación razonada y el número de fotografías utilizadas es
variable.
Por último, tenemos
dos géneros híbridos, que estarían integrados por uno o varios tipos
discursivos:
Retrato
fotoperiodístico. Se dirige al reconocimiento de
los rasgos físicos y psíquicos distintivos de uno o varios individuos
(inclusive grupos), que por alguna causa desempeñan un papel protagónico o
noticioso relacionado a un evento de interés general. Este género
fotoperiodístico puede enfatizar alguna peculiaridad de los personajes
fotografiados, o bien hacer hincapié en la atmósfera simbólica y/o contexto
social que los rodea. Los retratos fotoperiodísticos se realizan bajo dos
vertientes: en el instante que ocurren los hechos que involucran a los
personajes (retrato en vivo), y los que se planean con el consentimiento
expreso de los mismos; esta segunda vertiente demanda información previa
suficiente sobre el personaje a fotografiar. No sólo los individuos prominentes
tienen cabida en el retrato fotoperiodístico, se contemplan también a personas
comunes que por alguna característica singular se estiman periodísticamente relevantes.
Los tipos de discurso más evidentes son el expositivo y el descriptivo.
Columna
fotoperiodística. Es el género
fotoperiodístico menos conocido y ejercido en el periodismo impreso. Exige la
comprensión y confianza de los directivos de una institución periodística, con
un perfil editorial vanguardista, que favorezca su implementación y
continuidad. La forma como se presenta en los medios impresos, es similar a la
columna periodística escrita, en cuanto a las siguientes características:
nombre o título propio elegido por el fotoperiodista, crédito autoral
invariable, diseño y tipografía distintivas, lugar y espacio fijos en el medio
impreso (misma página o sección), y por último, una aparición periódica
inamovible. Este género fotoperiodístico muestra indefectiblemente la visión
personal del fotoperiodista experimentado para organizar con toda libertad los
contenidos simbólicos del mismo. Éstos se diseñan conforme a una temática
especializada (política, cultura, asuntos de interés general, etc.) ó de acuerdo
al tratamiento de asuntos múltiples. El propósito periodístico del columnista fluctúa
entre la información y la interpretación explícita, situación que genera el uso
indiscriminado de los diferentes tipos discursivos del lenguaje. Debido a que
el espacio dedicado a la columna fotoperiodística es limitado se exhibe
regularmente una sola fotografía.
La imagen
fotoperiodística es inestable (en el sentido semiótico),
debido a que se considera “ la reproducción analógica de la realidad”.19 Sin
embargo, aunque la realidad social diacrónica y compleja, también es inestable,
pensamos que el reconocimiento y el uso permanente de los géneros
fotoperiodísticos contribuyen a suministrar ciertas condiciones de
“estabilidad” para ordenar, construir, incluso estudiar, conjuntos de
fotografías periodísticas significativas.
Recordemos que la
idea de clasificar al fotoperiodismo en géneros, funciona como un recurso
operatorio dúctil, y por tanto las características estructurales que definen a
cada género fotoperiodístico son modificables. A fin de cuentas los géneros
fotoperiodísticos nunca son homogéneos, conviven, se fusionan, se entremezclan,
según la finalidad comunicativa de cada autor para elaborar su propuesta
visual.
En el ámbito del
periodismo escrito, existen comunicadores especializados para llevar a cabo la
actividad informativa cotidiana. El periodista se reconoce como reportero,
columnista, editorialista, etc., es decir, ejerce un género periodístico
particular para escribir en cada una de las secciones constitutivas del
periódico o revista: información general, página editorial, deportes,
espectáculos, nota roja, cultura, etc.
Tales razonamientos
nos llevan a entender, que las secciones como se organizan y dividen las
distintas publicaciones impresas, no son los géneros periodísticos ,
sino sólo eso: las secciones.
Inclusive en el
Premio Nacional de Periodismo, se juzga y premia la forma como se utilizan los
géneros periodísticos: mejor nota informativa, reportaje, entrevista, artículo
de fondo, etc.
No obstante lo
anterior, en el periodismo gráfico se suscita un fenómeno conceptual
preocupante. La mayoría de los fotoperiodistas, aunque no todos, cumplen sus
¨órdenes¨ de trabajo en relación directa con las secciones del medio impreso;
“se cubre” policía, información general, cultura, espectáculos, etc., y no se
tiene en mente el género fotoperiodístico que se puede utilizar para organizar
y estructurar de una mejor forma sus imágenes.
Esta situación se
traduce de inmediato en una selección y edición gráfica confusas, perfiladas
precisamente en los requerimientos diseñísticos que configuran las secciones
del medio, y en la política editorial del mismo. En consecuencia, la aplicación
de los géneros fotoperiodísticos pasa generalmente inadvertida.
Una confusión similar
permea en algunos concursos de fotoperiodismo. Se convoca a participar en
rubros o categorías “ especializadas”, que a fin de cuentas, son las mismas
secciones de los periódicos y revistas. Se conceden premios a cultura y
espectáculos, policía, vida cotidiana, política, etc., e invariablemente, se
galardonan las fotografías vinculadas a la noticia, y se dejan de lado los
trabajos que exploran de manera alterna los sucesos de interés periodístico. Es
obvio que no se contemplan rigurosamente los géneros fotoperiodísticos al que
pertenecen las fotografías concursantes y, de acuerdo con nuestra postura
conceptual, los criterios vigentes de evaluación tradicional;“principio,
desarrollo, final, y la delimitación jerárquica de las imágenes hegemónicas subsidiarias
y de liga”,20 podrían complementarse con
las normas que rigen a los géneros fotoperiodísticos que sugerimos.
Debemos insistir: el
fotoperiodismo no son los temas ni las categorías en los que se agrupan
convencionalmente los diferentes fenómenos y actividades sociales, ni mucho
menos son las secciones como se organizan periódicos y revistas.
Antes de proseguir,
es necesario comentar que el periodismo gráfico y el escrito, comparten y
constituyen el universo semántico de los medios impresos. Por ello, los textos
lingüísticos (títulos y pies de foto) son indispensables para complementar y
contextualizar –cuando es necesario- lo que la fotografía periodística, por sus
limitantes discursivas, no puede expresar a plenitud.
“La fotografía
periodística no es un mensaje aislado. Al contrario, está enmarcado dentro de
un entorno estructurado por la leyenda, un titular y/o un texto escrito que,
junto con ella, conforman una unidad”. 21
Son muy pocas las
fotografías periodísticas que demandan una explicación escrita mayor, debido a
su carga informativa y descriptiva excepcionales, así como al uso mediático que
las avala. Por el contrario, cuando algunas fotografías son demasiado débiles,
incluso banales, y no se sostienen con una estructura discursiva suficiente, se
requiere de un texto amplísimo que exponga, describa y narre, lo que la misma
es incapaz de generar.
Estamos convencidos
que en el universo fotoperiodístico actual, pueden coexistir los fotógrafos
comprometidos y especializados en la foto noticia, con aquellos que consideran
a la fotografía periodística como herramienta de expresión personal generadora
de opinión.
De esta manera, el
fotoperiodismo moderno no depende exclusivamente del hecho informativo para
definirse como tal; las posibilidades expresivas y de opinión son
imprescindibles para imaginar un proceso vanguardista de comunicación en
imágenes.
A fin de cuentas, el
fotoperiodista se puede instalar en la posición de comunicador pleno al
liberarse de la restricción que implica la definición de la foto
directa como única vía posible para ejercer un periodismo gráfico
comprometido.
“La objetividad, para
el fotoperiodismo, no es una característica que se perciba en cada fotografía:
significa, sobre todo, una búsqueda, una actitud que registra la lucha que el
fotoperiodista ejerce por llegar al más alto grado de verismo, sin olvidar que
siempre será un grado el que se consiga, nunca la suma total”. 22
Por tanto tiempo
retrataste a la solitaria quimera que se llenó de luz; y un día, transformada
en centella incandescente, decidió sin avisarte, habitar para siempre en ti.
MARIO PALACIOS LUNA. IN
MEMORIAM.
Referencias
1 NEWHALL, Beaumont.
Historia de la Fotografía. Editorial, Gustavo Gili. Barcelona, 1983. Pp.
172-174.
2 Ibid. P. 174
3 SCHÖTTLE, Hugo.
Diccionario de la Fotografía. Editorial, Blume. Barcelona, 1982. P. 127.
4 Ibid. P. 764.
5 GARCÍA, Néstor.
Segundo Coloquio Latinoamericano de Fotografía. Consejo Mexicano de Fotografía.
México, 1982. P. 18.
6 World Press Photo.
30 Años de Fotoperiodismo Internacional. Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes. Instituto Nacional de Bellas Artes. Museo Rufino Tamayo. México, 1989.
P.p. 5-6.
7 HUDEC, Vladimír. El
Periodismo. Organización Internacional de Periodistas. Praga, 1980. P. 33.
8 Citado por GONZÁLEZ
Reyna. Susana. Géneros Periodísticos 1: Periodismo de Opinión y Discurso.
Editorial, Trillas. México, 1997. P. 19.
9 FONTCUBERTA, Joan.
El beso de Judas. Fotografía y verdad. Editorial, Gustavo Gili. Barcelona,
2000. P. 98.
10 Citado por
NEWHALL, Beaumont. Op. Cit. P.245.
* El gobierno de los
Estados Unidos al través de la Farm Security Administration, contrató a un
grupo de fotógrafos –Dorothea Lange, Ben Shan, Walker Evans, entre otros-, para
documentar las miserables condiciones laborales y de vida de los granjeros y
comunidades rurales durante la gran recesión económica de la década de 1930.
11 NEWHALL,
Beaumont. Op. Cit. P.235.
12 ABREU, Carlos. La
Opinión Fotográfica (1). Revista Latina de Comunicación Social, número 24.
1999. La Laguna (Tenerife).
www.ull.es/publicaciones/latinas/a1999adi/.01abreu2.html.
13 PEREA, Joaquín.
Los Géneros Fotográficos. www.ucm.es/info/univfoto/num2/fgeneros.htm.
14 ARBAÏZAR, Philippe
y PICAUDÉ, Valérie. La confusión de los géneros en fotografía. Editorial,
Gustavo Gili. Barcelona, 2004. P. 17.
15 Popular
Photography, volumen 62, no. 1, enero 1998.
16 VILCHES, Lorenzo.
Teoría de la imagen periodística. Editorial, Paidós. Barcelona, 1987. P. 235.
17 BAEZA, Pepe. Por
una función crítica de la fotografía de prensa. Editorial, Gustavo Gili.
Barcelona, 2001. P. 15.
Y Si bien algunos
fotoperiodistas se valen de ellos, su empleo metódico por parte del gremio es
aún incipiente.
18 VILCHES, Lorenzo.
La lectura de la imagen. Editorial, Paidós. Barcelona, 1986. P. 34.
W Para abundar en los
tipos del discurso periodístico remitirse a: GONZÁLEZ Reyna Susana. Op. Cit.
19 BARTHES, Roland.
La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía. Editorial, Paidós, 3era, edición.
Barcelona, 1990. P. 207.
20 Acta de la tercera
Bienal de Fotoperiodismo. 1999.
21 ABREU, Carlos.
Para analizar la fotografía periodística. Revista Latina de Comunicación
Social, número 24. 1999. La Laguna (Tenerife).
www.ull.es/publicaciones/latinas/a1999adi/.01abreu2.html.
22 World Press Photo.
30 Años de Fotoperiodismo Internacional. Op. Cit. P. 6
No hay comentarios:
Publicar un comentario